Con la ilusión de mejorar, crecer y ofrecer una mayor atención, llegó el momento de plantearse una nueva ubicación. La decisión no fue fácil, un antiguo banco de dos plantas en la plaza las Mélies, en pleno corazón de Pineda, fue el lugar escogido. La distribución formal del edificio, con una entrada única de luz, ha sido el motivo y recurso utilizado para organizar los interiores.
La zona de trabajo se dispone en dos plantas, con un total de 7 boxes de atención, 2 salas de espera, rayos x, oficinas, recepción y servicios.
Interiores sinuosos, curvos, orgánicos que nos acompañan hacia el interior, en un juego de miradas que vuelven por el reflejo de los espejos.
Este espacio sinuoso, bañado de blanco, crea una atmósfera relajada, fresca y limpia que te acompaña en cada rincón.
Un elemento singular es la utilización en vertical de lamas de madera en blanco que recubren y acompañan en el trayecto hacia el interior, aumentando de tamaño en el fondo de la sala, colocadas sobre una foto de gran formato, de suelo a techo, en blanco y negro, que coincide en el punto central del distribuidor y termina en un gran espejo que devuelve la imagen y amplía el fondo del local. Todo ello bañado con una luz led, colocada entre los paneles.
Es la disposición de estas lamas verticales, dispuestas sobre fondos dorados, cristal y obra… las que organizan la señalética y los espacios intermedios.
Un trabajo de conjunto gráfico i interiorismo.
La fachada en gris antracita, limpia y oscura, con la sola rotulación de PINEDA DENTAL en contraste con el interior blanco.